Te lo explicamos en detalle.
El cambio de nuestra anatomía facial a través de los años, involucra diferentes tejidos y diferentes planos. Esto quiere decir, que con el paso de los años podemos perder compartimentos de grasa profundos y a la vez pérdida de firmeza de la piel y arrugas en un plano superficial.
Estos cambios son diferentes en todas las personas y es muy importante que el diagnóstico facial sea individualizado.
Una vez analizado el proceso de envejecimiento en la paciente, se explicará los mejores tratamientos para realizar en su caso y el orden en el que los haremos.
Estos tratamientos combinados tienen como finalidad conseguir la armonía del rostro obteniendo un rejuvenecimiento facial muy natural y acorde a las facciones de la persona.
La combinación más habitual entre dos tratamientos suele ser la del bótox y el ácido hialurónico, sin embargo en muchas ocasiones tenemos que usar una tercera o cuarta herramienta de trabajo, como por ejemplo: hilos tensores, peelings o dermapen.
La combinación de dos o más tratamientos consigue que se potencien sus efectos, obteniendo mejores resultados y más duraderos.
Otros ejemplos de tratamientos combinados suelen ser:
Ácido hialurónico e hilos tensores
Vitaminas y dermapen
Dermapen y peelings